EDUCATION & COACHING EXPERIENCES

Un blog dedicat als apassionats pel bàsquet que els agrada pensar i reflexionar

diumenge, de gener 07, 2007

SUPERVISIÓN PARA ENTRENADORES: UN PASO CLAVE PARA LA MEJORA

Lo había anunciado y las promesas están para cumplirlas. Quería dedicar un tiempo a escribir sobre los beneficios de la supervisión para entrenadores/as y en este último fin de semana de las navidades he encontrado un resquicio para hacerlo, antes de volver al habitual trajín profesional.

Situemos el término. La supervisión nace en el marco terapéutico, dentro de algunas de las corrientes de la psicología y del psicoanálisis. La supervisión es un trabajo que ocurre tanto entre paciente y terapeuta (cuando lo que se trabaja no sigue un marco global de la persona, de todo lo que le acontece, sino que se centra en una de sus facetas de acción, sobretodo si es a nivel laboral-profesional) como entre un terapeuta y otro terapeuta, cuando uno de ellos/as cumple la función de supervisor/a.

La supervisión clínica, entonces, sirve de modelo en otros ámbitos que no exclusivamente el terapéutico. Por ejemplo, un directivo de una empresa puede solicitar los servicios de coaching de un especialista. Podríamos decir que esta situación se asemeja a la supervisión clínica, aunque a veces opera en unos niveles muy superficiales y no se realiza con la necesaria preparación y profesionalidad.

Los entrenadores deportivos tenemos diferentes estrategias a nuestro alcance para nuestra formación y mejora profesional. Tenemos a nuestro alcance un amplio abanico de formación: a nivel académico (centros INEF y facultades de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, ciclos formativos de Grado Medio y de Grado Superior) y también federativo, cursos de especialización, clínics, charlas-coloquio, peer-coaching (formación colaborativa dentro de un grupo de iguales), lectura de artículos y libros, recursos disponibles en Internet, videos didácticos y de partidos.

Sin embargo, en mis últimos años de práctica profesional como entrenador y después de reseguir algunas de las diferentes vías de formación establecidas (en mi caso, la universitaria y la federativa, pero hay otras como los ciclos formativos y otros cursos), mis espectativas no encontraban un lugar adecuado para seguir trabajando. Me faltaba un marco de prática que me ayudase a seguir mejorando, un tipo de trabajo en un orden cualitativo diferente.

En el desempeño de mi tarea como entrenador me he visto ampliamente recompensado por el tiempo y dinero que he invertido en mis sesiones de supervisión. Mi experiencia se ha visto muy enriquecida gracias a acudir a los servicios de una experta terapeuta para solicitarle supervisión profesional. La capacidad de mejorar las habilidades como entrenador/a no sólo se puede conseguir a partir de la supervisión, pero yo la considero básica y fundamental, la pieza angular del proceso de mejora como entrenador/a.

La experiencia como entrenador/a ayudante acostumbra a ser también un elemento básico de desarrollo profesional. Sin embargo, hay que acertar con el entrenador/a a la que uno se presta a ayudar. Las condiciones del club, el equipo que vas a entrenar o si existe remuneración o no son otros factores que tener en cuenta. Sin embargo, lo más importante será encontrar alguien, como me decía un colega de profesión (entrenador y formador de entrenadores), de "tu propia raza". La manera cómo piensa el entrenador/a, ya sea en la vida, en su idea de educación o de enseñanza deportiva, es un aspecto crucial que tener en cuenta.

La posibilidad de acceder a información de todo el mundo a través de Internet es casi ilimitada. La necesidad de seleccionar aquellos materiales que queremos leer y trabajar se impone ante la falta de tiempo que nos acompaña en la sociedad actual. Tenemos cada vez más información y (aparentemente) menos tiempo. A veces los materiales no valen la pena, pero otras valen muchísimo las horas de búsqueda.

Los cursos varían en su duración, la calidad de los materiales o la selección de los docentes, entro muchas variables. A veces no se actualizan suficiente los contenidos, la metodlogía es exclusivamente directiva, la evaluación se centra sólo en una prueba o examen final teórico, no hay seguimiento posterior y la parte práctica es demasiado breve o inexistente.

La supervisión (en mi caso, desde un enfoque psicodinámico con elementos del psicodrama) cuenta, entre otras, con estas características:
a) está centrada en la persona, y por tanto responde a las inquietudes del momento, así como los episodios o experiencias que ocurren y tienen importancia práctica (trabajo fabuloso de reflexión sobre la práctica, en la línea de Schön);
b) está centrada en el acontecer y gestación de los grupos, afrontando las visicitudes de los equipos desde su perspectiva grupal y relacional (los roles adoptados condicionan los de las otras personas);
c) está acompañado de una formación en técnicas de grupo (consejos prácticos, lecturas asociadas);
d) está ilustrado y potenciado a través de un trabajo de introspección y reflexión diaria a través de un diario (escribir y leer la experiencia dota de una calidad diferente a lo que nos acontece);
e) puede incluir un trabajo de revisión no sólo sobre la vida cotidiana, sino también sobre los sueños, los lapsos lingüísticos y otros actos inconscientes (el psicoanálisis sigue siendo un saber proscrito, incluso por aquellos que operan en el ámbito de la psicología).

Sólo he enumerado 5 aspectos o características, aunque también hay otros que podríamos añadir. Sin embargo, quisiera apuntar algunas de sus ventajas:
- la satisfacción por cómo estás operando en el plano práctico, el éxito en tu trabajo con los jugadores, el diseño de la temporada, la dirección de partido, etc.;
- la seguridad de las decisiones que incumben el proceso de entrenamiento en general y, sobretodo, por lo que respecta a la formación del grupo, sus dinámicas, los roles;
- la claridad de ideas a la hora de enfrentar retos futuros sobre la base de aquellas experiencias que has llevado a la sesión, después de generar estrategias o planes de actuación que te han funcionado.

Para concluir, sólo quisiera insitir que dar con la persona adecuada para la supervisión es la clave para poder encarar el reto. Sin embargo, a veces el precio de la supersión no está al alcance de todos los bolsillos. Cobrando 100 o 150 € por entrenar un equipo no parece probable plantearse pagarse una sesión de supervisión semanal (aunque pueden ser más espaciadas) que se cobran a partir de 50 € la hora.

Si más no, quería dejar estas dos últimas cosas claras: busquemos la persona adecuada y veamos si podemos hacer esa inversión. Entrenadores/as jóvenes, búsquense la manera de conseguir financiación para este elemento tan preciado y precioso, si valoran su formación y quieren abrir una vía de mejora que resultará clave en su futuro profesional.