EDUCATION & COACHING EXPERIENCES

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dilluns, de juliol 03, 2006

APUNTES SOBRE LA RELACIÓN ENTRENADOR-JUGADOR: DE AYER A HOY Y UNA MIRADA HACIA EL MAÑANA

Abstract in English: The coach-player relationship is based on some ideas and a strong tradition. Trust, respect, sportsmanship and other values are among the list of what should be developed by a player and his/her coach. This article aims to be a tool for constructing satisfactory relationships in a sports context, no matter if on an educational or on a competitive level. At the end of the article, but at the same time by those things announced previously, the author aims to present the concept of self-organisation as the main road to develop a satisfactory coach-player relationship.

Resumen en español: La relación entrenador-jugador está fundamentada en algunas ideas y una tradición fuerte. Confianza, respeto, deportividad y otros valores entre la lista de lo que debería desarrollarse mediante el jugador y su entrenador. Este artículo pretende ser una herramienta para construir relaciones satisfactorias en un contexto deportivo, no importa si a nivel educativo o competitivo. Al final del artículo, pero al mismo tiempo por lo anunciado previamente, el autor quiere presentar el conepto de autoorganización como el principal camino para dearrolar una satisfactoria relación entrenador-jugador.

DE AYER A HOY
«El deseo ha de proceder del interior, y no ser el resultado del empuje de entrenadores o profesores.» George Graham (Gilbert, 2005:32) Esta afirmación sirve de inicio y fundamento básico de mi idea rectora acerca de la tarea de cualquier entrenador: lo que tenga que hacer un jugador ha de partir de su deseo personal. Es una ida básica que, por lo común, muchos entrenadores dejan de lado. Sin embargo, yo creo que es el elemento más importante que abordar junto con los deportistas.

Según Tex Winter, la relación establecida debería ser de mutua admiración. Según el experimentado entrenador de baloncesto universitario y de la NBA: “Relación entrenador-jugador. El entrenador debería reconocer que los jugadores son los canales mediante los que le llegará su éxito y su felicidad. Los jugadores deberían reconocer que el entrenador es el canal mediante el que obtendrán su habilidad y su éxito como jugadores. Debería ser una relación de mutua admiración.” (The Triple-Post Offense, 1962)

En la línea de lo que apuntaba al inicio con la frase citada de Graham, John Wooden también sienta cátedra con un fragmento sumamente ilustrativo: «El auténtico éxito sólo se puede alcanzar mediante la autosatisfacción, al saber que uno ha hecho todo lo que ha podido dentro de los límites de su capacidad para llegar para llegar a ser lo mejor que podía llegar a ser.» (Gilbert, 2005:52)

Sin embargo, el cambio que está ocurriendo en nuestras sociedades a nivel cultural y económico supone un cambio en el perfil de las personas. Zeljko Obradovic, entrenador del Panathinaikos y campeón de la Euroliga con tres equipos diferentes: “Los jugadores se están acomodando. Tienes que apuntarles con una pistola para que trabajen en verano, que es cuando más pueden progresar.” Quizá parte del problemas enunciado por Obradovic tiene su raíz en muchos años de poner el deseo del entrenador pro encima del jugador. Y hoy en día, con tantas cosas en las que poder ocupar el tiempo, seguramente las personas tienen otros intereses y se mueven por otros motivos que no son competir o mejorar a toda costa.

Seguramente la base de lo que queremos conseguir de los jugadores está en que crean en el proyecto que construimos con ellos y, de la manera lo más clara posible, estén motivados. Pero para ello muchas veces no consideramos la importancia de implicarlos a ellos en la propia definición de lo que quieren para el equipo. Un exceso de estrategias para motivar pueden ser contraproducentes según el entrenador del Manchester United, Sir Alex Ferguson: «Tampoco creo que debamos bombardearles constantemente con todo tipo de material que les motive. Si no racionamos nuestras intervenciones, lo que decimos se evapora.» (Gilbert, 2005:50)

Pero para que el proyecto avance hay un paso imprescindible y es detectar que los jugadores defenderán siempre más sus ideales y deseos que no los nuestros, que aún pudiendo ser atractivos no son los suyos. Como dice Phil Jackson, uno de los entrenadores más laureados de la NBA y conocido por su estilo zen: “Las visiones nunca son propiedad de un hombre o de una mujer. Antes de que una visión se pueda convertir en realidad, debe ser propiedad de todos y cada uno de los miembros del grupo.”

Quizá una posición más intermedia, entre el corte más tradicional de la dirección autoritario y carismática, y el new age que representan Phil Jackson y otros, podemos encontrar un entrenador con gran bagaje y un método muy sólido, aunque a la vez flexible. Dice Ricard Casas, Licenciado en Educación Física y actual entrenador de Pamesa Valencia: “El jugador tiene que ser conducido, pero tiene una experiencia. Él puede mostrarte cosas que tú no sabes o cosas que no entran dentro de tu método.”

Pero a fin de cuentas, adoptemos un enfoque más radical como el de Jackson, o bien uno más comedido como el de Casas, lo que nos queda es que nos señala Dan Millman en El atleta guerrero: “Lo que cuenta no es lo que sabe el profesor, sino lo que saben los alumnos, ni lo qué es capaz de hacer él, sino lo que son capaces de hacer ellos.” (1994:75)

Una de las cosas con las que más me identifico hoy es con la necesidad de abrir el proceso de formar un proyecto deportivo a los jugadores. No importa tanto si es un equipo de niños de 12 años o un equipo senior, si compite en un campeonato escolar o en un campeonato de selecciones. Tanto nos fijamos en el resultado de los partidos que lo que primero que deberíamos preguntarnos es si los jugadores persiguen esos mismos resultados deportivos, si tienen esos motivos o tienen otros, y cómo quieren conseguir los objectivos que se hayan marcado.

John Heider, en su libro The Tao of Leadership, nos anuncia certaramente: “El líder està ajudant als altres a trobar el seu propi èxit.”

UNA MIRADA HACIA EL MAÑANA
Como segundo gran bloque quería incluir algunos apuntes de dos profesoras de las dos facultades del INEF Cataluña que llevan varios años investigandos sobre sistemas complejos en el deporte. “El concepto de autoorganización […] determina una forma diferente de entender las adaptaciones y procesos de aprendizaje.” (2006:23)

“Esta forma distinta de explicar cómo se producen las adaptaciones y le proceso de aprendizaje, desemboca en una revisión de los roles del profesor y de la interacción entre ambos.” (2006:24) Dar una nueva luz sobre los procesos de aprendizaje supone un cambio en la comprensión de cómo interactúan entrenador y jugador para conseguir llevar a cabo la tarea que comparten y tienen entre manos.

“Según la idea de la tabla rasa los alumnos llegan a la escuela vacíos y los profesores depositan en ellos unos conocimientos, que después deberán reproducir en los exámenes.” (2006:24) Las autoras siguen elaborando este argumento clásico: “Como dichas respuestas deben estar en concordancia con los programas preestablecidos y existe en genral solo una respuesta correcta, cualquier desviación de la misma es considerada como un error.” (2006:25)

“De acuerdo con el principio de autoorganización, ya no es necesario que el alumnos conozca anticipadamente la solución” (2006:26) Por lo que respecta al aprendizaje motor y de habilidades deportivas, las autoras apuntan: “Uno de los aspectos diferenciales más interesantes a destacar del modelo propuesto por las teorías de la complejidad y de los sistemas dinámicos es el que cualquier cambio de estado viene precedido por un aumento de variabilidad de la respuesta, que se manifiesta inicialmente con una pérdida de coordinación y de rendimiento en el aprendizaje motor. […] Por ello, la variabilidad y las fluctuacions de la respuesta ya no son consideradas como errores sino que representan las perturbaciones necesarias para que el sistema se adapte y cambie.” (2006:27)

“En este contexto el profesor se considera un condicionante más del sistema que interactúa con el alumno –en una relación heterárquica- para la optimización del proceso de aprendizaje. Ya no es necesario que conozca y detemrine cuál debe ser la respuesta correcta, esta emerge del alumno de forma espontánea por un proceso de autoorganización.” (2006:44) El resultado, entonces, no es una variable definida a gusto (particular), experiencia previa (limitada) y capricho del entrenador/a. Debemos tolerar los “supuestos errores” para conseguir que las mejoras se estabilicen lo suficiente.

Finalmente enunciaremos algunos de los cambios en rol del entrenador (y por tanto en la relación entrenador-jugador) después de visitar el universo conceptual de los sistemas complejos.

1) “Acompaña al alumno en el proceso
El alumno es el verdadero responsable del mismo. Acompañar significa a veces desestabilizar (plantear problemas) y a veces colaborar en sus estabilidad (buscar soluciones). En general, después de la inestabilidad, se producen situaciones óptimas para los cambios cualtitativos, ya que el sistema tiende a buscar el equilibrio (momeostasis). […]
La partipaciación del profesor irá orientada a incrementar la autonomía del alumnos y a reducir la dependencia que se haya podido desarrollar.” (2006:29)

2) “Acepta la individualidad del alumno
El respeto a la individualidad supone que el profesor ya no intenta cmabiar al alumno de acuerdo con el prototipo establecido. Paradójicamente la aceptación dela lumno promueve más cambios que el deseo de cambiarlo” (2006:30)

3) “Aprende del alumno
Desde la perspectiva de los sistemas dinámicos complejos las soluciones no las tiene el profesor sino que las genera el propio alumno. […] [L]as soluciones que surgen del alumno pueden ser muy informativas para el profesor y ayudarle a reconcocer la dinámica intrínseca del alumno.” (2006:30)

4) “Desestabiliza al alumno
Si tenemos en cuenta que el profesor nunca se encuentra frente a dos situaciones idénticas, podemos entender la importancia de estimular la adaptación al cambio.” (2006:30)

En fin, aquí se abre un nuevo universo de posibilidades didácticas más allá de las pedagogía tradicionales e incorporando al mismo tiempo elementos de la tradición de la psicología humanista, entre otras influencias.

Bibliografia
- Balagué, N. y Torrents, C. (2006) “La interacción profesor-alumno según la concepción de la naturaleza humana”. Tándem. Didáctica de la Educación Física, n.20, pp.23-32.

- Gilbert, I. (2005) Motivar para aprender en el aula. Las siete claves de la motivación escolar. Barcelona, Paidós.

- Lynch, J. (2003) El nuevo entrenamiento deportivo. Nuevos métodos para optimizar el potencial del atleta y del equipo en todos los deportes. Madrid, Tutor.

- Millman, D. (1994) El Atleta Guerrero. Málaga, Siro.